Señores, no les digo
estimados porque no los estimo en absoluto, si realmente les molesta ser
argentinos, haber nacido en esta tierra, tengan a bien dejarla cuanto antes y
mudarse a cualquier otro lado. Por ejemplo Uruguay queda a una hora de barco
previo pago de quinientos mangos, en general ustedes admiran a ese país asi que
pueden “tomarse el buque” y ser felices en la otra orilla.
Hablar mal de la Argentina , querer que le
vaya mal, disfrutar con los problemas que se presentan en el desarrollo del
país, festejar sus derrotas, solazarse con sus traspiés, apoyar a sus enemigos,
etc, etc, es tan , pero tan de malparidos, que no merecen ni comprensión, ni
piedad, ni el mas mínimo intento de hacerlos razonar.
Y no solo hablo de los
Lanata, Bonelli, Morales Solá, Ruiz Guiñazú y todos los asquerosos esbirros de
la antipatria corporativa si no de los miles y miles de reventaditos que todos
los días repiten consignas y expresan muy sueltos de cuerpo su desprecio por el
país, por su gente, por su autoridades legítimas.
La verdad es que ya nos
tienen hasta el cuello y no los soportamos más. Rajense por favor, si este para
ustedes, es un país de mierda, rajense, aquí no los queremos, vayan a vivir a
algún luminoso lugar, donde reinen los valores que verdaderamente ustedes,
señores, defienden: el racismo, la discriminación, el odio a los humildes, la
especulación económica, la evasión de impuestos y de divisas, el desprecio al
migrante sudamericano, etc, etc.
Si a ustedes no les importa
el destino de la nación ni el de su pueblo, a nosotros si, nosotros somos los
que defenderemos, y defendimos, esta tierra, hasta con nuestras vidas si hace
falta. No queremos gente sin corazón, sin alma, sin huevos. No queremos
traidores, ni vendepatrias, ni lamebotas de los enemigos.
Estamos construyendo una
Nación soberana, libre, justa. Ustedes no quieren eso, quieren un país
sometido, injusto, donde sus privilegios (aunque algunos de ustedes, son tan
idiotas que ni siquiera tienen alguno para defender), puedan más que la
voluntad popular.
Rajense con sus dólares
atesoraditos, con su pilchita comprada en Miami, con sus libros de Aguinis y
Majul, rajense por favor, que este glorioso suelo no los merece, ni los
necesita.
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