miércoles, 15 de julio de 2015

NI GLOBOS NI GLOBAZOS

El domingo próximo los porteños tenemos que elegir entre tres opciones posibles: votar en blanco, votar al PRO o votar a ECO.
En los últimos días se han escuchado y leído cataratas de argumentos en distinto sentido acerca de que debería hacer el votante del FPV, dentro de esa profusión se han expresado algunos conceptos basados en consideraciones erróneas, y otros que, a nuestro juicio, adolecen del sentido estratégico básico que el Proyecto Nacional requiere en estos momentos.
Empecemos por afirmar que nuestra posición es clara y contundente: VOTO EN BLANCO. Sigamos por el argumento que sostiene que el voto en blanco “beneficia al PRO” (por ser el mas votado), y demostraremos que eso no es relevante en este caso y vamos a explicar porque:
-          En la primera vuelta el partido que obtiene el 50% mas un voto es el ganador y se alza con la Jefatura de Gobierno, es en ese particular caso en donde el voto en blanco (al no entrar dentro de la “torta” de porcentajes) engorda todos los porcentajes y claramente puede hacer cruzar la meta del 50% al que encabeza la elección.
-          En la segunda vuelta sólo compiten dos partidos y ya no se trata de sacar el 50% mas un voto, si no de quien es el mas votado (obviamente que sólo éste superará la mitad mas uno de los votos), aquí el voto en blanco el único efecto “no deseado” que causa es aumentar el porcentaje de ambos contendientes… por ejemplo si se contara el voto en blanco podría darse estos resultados: PRO 48%, ECO 32%, VB 20%; por supuesto el ganador es el PRO, como no se contabiliza el voto en blanco esto se transforma en PRO 60%, ECO 40%, es decir también gana el PRO.
Los compañeros que argumentan que votarán a ECO porque no quieren un triunfo aplastante del PRO o incluso quieren que gane ECO, creemos que sobrevaloran la incidencia de la elección porteña en el resto del país, y la demostración de esto es que el partido de Macri no ganó en ningún otro lado, ni en Santa Fe, ni en la capital salteña ni en Ushuaia, es decir su penetración en el interior es débil.
Entonces, aquí deberíamos distinguir dos escenarios posibles: 1) si muchos votantes del FPV votan a Lousteau pueden hacer que éste gane y 2) igualmente gana Larreta y ECO hace una buena elección gracias a nosotros.
Analicemos el escenario 1), el PRO pierde y eso supuestamente debilita
la candidatura de Macri, lo cual creemos que no hace falta ya que en los sondeos serios el PRO no supera ni cerca el 30%,  lo que lo deja afuera (está claro que Scioli-Zannini supera el 40%), por lo tanto no se justifica beneficiar a un nuevo “monstruo” porteño, es un precio muy alto por algo que no vale la pena. El Frente para la Victoria quedaría como tercera fuerza y ante el riesgo de alternancia “eterna” entre Nosiglia y Durán Barba, alejarían la posibilidad de un triunfo futuro de nuestra fuerza.
Aquí es válido recordar que Macri quizás no hubiera ganado en el 2007 si no se hubiera dividido el frente porteño entre Filmus y Telerman, un error de nuestra conducción llevó a la Jefatura de Gobierno al presidente de Boca. No volvamos a cometer errores groseros de táctica política.
El escenario 2) es, para nosotros, irrelevante, ya expresamos que carece de importancia por cuanto gane el PRO, y es más, cuanto menos votos saque ECO mas rápido se desinflará como pasó con su antecesora UNEN.
No adherimos en absoluto con la idea de votar contra el PRO, nosotros somos el Frente para la Victoria, somos la conducción nacional y la de la mayoría de las provincias, debemos votar a favor del FPV, y lo que le conviene al FPV es que no exista en CABA una nueva agrupación seudo-progre que compita con nuestro proyecto, ya que, por lo menos, el PRO es tan recalcitrantemente reaccionario que no se intersecta con nuestro votantes, cosa que si hace ECO.
El voto en blanco es un voto militante, es un voto sincero, es un voto estratégico, es un voto de afirmación, es, casi, un voto de resistencia.
Los que voten a ECO, no se lamenten luego cuando el mismo domingo vean por TV a Lousteau, Cortina, Sanz, etc agradecer los votos del Frente o directamente afirmar que evidentemente los que votaron el 5 de julio a Recalde, se vieron finalmente seducidos por la propuesta “republicana” de la ahora nueva segunda o ¡primera! fuerza de la Ciudad de Buenos Aires.



domingo, 5 de julio de 2015

¿QUÉ ES LA HISTORIA?

¿Qué es la Historia?, la Historia es primero que nada una interpretación de lo acontecido, es una tesis de lo que ya pasó; por lo tanto siempre hay distintas miradas sobre el objeto Historia. Toda mirada es interesada, contiene una ideología, un determinado sentido ético, un fondo de principios pre-adquiridos, y entonces nada del pasado es definitivo, nada está congelado, ya que la aparición de otra mirada vuelve a hacer presentes esos hechos, los cambia, los remodela, los ajusta, los re significa.
Además la Historia no muere un segundo antes de este instante, se proyecta hacia el ahora y hacia el mañana con la fuerza de las consecuencias. Porque el hoy y el mañana no son más que la consecuencia del ayer. Comprender, en el sentido de prenderse de una visión histórica propia, es imprescindible para entender lo que pasa ahora y lo que pasará en el futuro.
En la Historia nunca hay triunfos ni derrotas definitivas: nada permanece para siempre, nada desaparece para siempre. Todo lo que se impuso en un momento deberá ser validado en otra oportunidad, todo lo que se destruyó deja marcas, huellas, cenizas, memorias que lo reviven una y otra vez. Y esta elasticidad, esta morfología plástica que asumen los hechos genera una riqueza inagotable, es la cantera infinita del pasado que sobrevuela potente nuestro presente.
Todos los momentos son “históricos” aunque nos veamos tentados a abusar de esa expresión cada vez que un acontecimiento nos conmueve, a nosotros, los hoy presentes. Serán históricos para los futuros, de una manera que no nos es posible asegurar con certeza, sólo tenemos algunas reglas básicas, algunas pautas mínimas, esas que nos dicen que, de todos los seres humanos que habitaron nuestro planeta son recordados los líderes, los artistas, los creadores, los descubridores, los muy malos, y a veces,  los muy buenos.
Cada pueblo tiene sus “eternos”: son hombres y mujeres que son imposibles de soslayar en el devenir histórico de una Nación, son eternos aún para quien no los quiso, para éstos siguen siendo responsables de decisiones erradas, fatales. Pero son abrazados por las mayorías, y está bien el plural, porque son mayorías “eternas “ también, de distintos momentos, de distintas generaciones, de distintos siglos.
Julio es un mes donde nos dejaron líderes indiscutibles como Juan Domingo Perón y Eva Perón, algunos de nosotros los vivamos, los aplaudimos, los lloramos; otros muchos tienen sus voces e imágenes, sus ideas escritas y los relatos de los testigos. Lo mismo pasará dentro de 50 años con Néstor y Cristina. Nosotros no estaremos allí para contar sus logros, pero esos chicos que llenan los patios de la Casa Rosada, por ejemplo, serán los demiurgos de las próximas generaciones, ellos absorben hoy esa rica clase de alta política que brinda nuestra presidenta en ese rito extraordinario de comunicación, y le transmitirán, en su momento, toda esa experiencia a los próximos jóvenes.
En mantener esta potente continuidad estamos empeñados hoy, lo estuvimos ayer y lo estaremos mañana.