domingo, 29 de mayo de 2016

El POLLITO PIO... EL POLLITO PIO


Legisladores de todos los bloque de la oposición piden citar a Héctor Jorge Apreda, Presidente de La Junta Comunal 4 por los hechos de violencia en el Consejo Consultivo de la comuna 4.
El proyecto pide que se lo cite a dar explicaciones por los hechos ocurridos el 4 de mayo pasado donde una patota, integrada por empleados de La Comuna, ataco a los vecinos que estaban debatiendo sobre la venta de terrenos de Casa Amarilla por parte del Gobierno de la Ciudad al Club Atlético Boca Juniors.
Los asistentes fueron agredidos con sillas, golpes de puño y armas blancas. Uno de los agredidos fue brutalmente golpeado en la vereda de la Sede Comunal y permaneció internado hasta el día 16/5/2016 primero en el Hospital Penna y, luego en el Hospital Alemán. El otro sufrió una herida de arma blanca en el cuello y perdió mucha sangre en el momento de la agresión. De no haber sido atendido por una médica que participaba de la reunión del Consejo, las consecuencias de la agresión seguramente hubieran sido peores e irreversibles.
Las legisladoras destacan que como representantes de la ciudadanía, y como miembros de la Comisión de Descentralización y Participación Ciudadana "tenemos la obligación de comprender lo sucedido y colaborar para que los ámbitos de participación ciudadana sean ámbitos de discusión democrática y no de amenazas a la integridad física de los vecinos y vecinas." y por esto "Es menester que el Gobierno de la Ciudad otorgue explicaciones sobre lo ocurrido en una de sus dependencias. Siendo la Sede de la Junta Comunal de la Comuna 4 donde se produjeron los hechos de violencia, es el Presidente de la Comuna, Héctor Jorge Apreda, como representante legal y máxima autoridad comunal, quien debe informar respecto a lo sucedido el 4 de mayo."
El proyecto de las Diputadas Paula Penacca, Andrea Conde y Magdalena Tiesso, fue acompañado con la firma de 22 legisladores Tomada, Andrade, Pokoik, Campagnoli, Ferreyra, Heredia (FPV); Vischi, Rossi, Gouman, Fidel, Gorbea y Nosiglia (SUMA+); Ferraro y Oliveto (Coalicion Civica); Cortina (PS); Depierro (Confianza Publica); Camps (PSA); Ramal (PO) y Del Corro (FIT).

sábado, 14 de mayo de 2016

Nada nuevo bajo el sol


El mitrismo en su fase menemista

Rodolfo Terragno, en su libro La Simulación. Argentina y el FMI: dos décadas de mentiras y autoengaños, relata una anécdota más que ilustrativa para comprender la responsabilidad del alfonsinismo en los doce años infames después de 1989. Siendo ministro, el autor del libro recibió una comunicación de Edwin Yeo, asesor del Banco Central de EE.UU., en octubre de 1988. Se trataba en realidad de una advertencia. El ministro radical estaba siendo informado del plan denominado “Public Choice”, plan urdido en Washington (el Tesoro, el FMI y el Citibank) destinado a que el principal acreedor de la Argentina en 1989 – por cierto, el Citibank – se hiciera con las empresas públicas y las industrias rentables del país. Yeo le informó a Terragno que el subsecretario del Tesoro, David Mulford, se proponía presionar hasta las últimas consecuencias de tal manera de llegar a la siguiente fórmula de pago de la deuda: industrias y empresas de servicios públicos. Transcribimos las notas de Terragno en relación a las conversaciones mantenidas con Yeo y sus advertencias: << Mulford trabajó siempre para los árabes. A fines de los 60 ya era asesor de la SAMA (Saudí Arabian Monetary Agency-Banco Central Saudita) Mulford es el nexo con dictaduras y gobiernos corruptos en América Latina y otras partes del mundo. Les hace prestar todos los dólares que quieran sin garantías. Los gobiernos reciben lo que Uds. llaman plata dulce. Los banqueros saben que no van a recuperar el capital, pero no les importa. El objetivo de ellos = cobrarse en especie. Ahora están quedando al descubierto. Ahí lo tiene a Rhodes, persiguiéndolos a Uds.; y a Mulford dándole apoyo a Rhodes desde el Tesoro. Ellos quieren que los países deudores conviertan su deuda en bonos. Y los van a ayudar a Uds. a colocar los bonos argentinos en fondos de inversión, que manejan la plata de pequeños ahorristas diseminados en todo el mundo. Cuando llegue el momento de pagar, y no puedan, ¿cómo van a hacer Uds. para renegociar con millones de ahorristas dispersos por todo el mundo?. No van a poder. Entonces les dirán: paguen con acciones. Para resolver el problema de la deuda Uds. tendrán que entregar hasta la última empresa pública. Y no solo eso: los obligarán a que abran de golpe el mercado interno. La industria argentina no lo resistirá y ellos se quedarán también con empresas privadas… El Citi compra títulos de la deuda argentina a 15 años y después, cuando quiera quedarse con una empresa argentina les va a dar a Uds. esos mismos bonos como si valieran 100. Además, ellos quieren transformar créditos en bonos al portador. ¿Por qué? Para facilitar la compra de las empresas a precio vil. O Uds. reaccionan, o esta gente se va a quedar con toda la Argentina >>. Yeo ofreció un plan alternativo que fue rechazado por el presidente del Banco Central, José Luis Machinea (luego  ministro de Economía de Fernando de la Rúa, entre diciembre de 1999 y marzo de 2000, sucedido a su vez por López Murphy). Los ajustes de la década del ochenta habían cumplido sus objetivos; la administración en el gobierno también. El FMI – el <<Banco>> para una Argentina pastoril y rentística – en su apogeo, presto para la Convertibilidad y el saqueo más espantoso del que el pueblo argentino tenga memoria.
Carlos Menem, con una Argentina en coma cuatro, pondría entonces en marcha el ultraconservador Plan Bunge y Born (Bonex). Plan Primavera repotenciado. Al frente del BCRA, Javier Gonzalez Fraga. Devaluación del 116%, reducción del empleo y del gasto público, en un contexto de mayor endeudamiento y ajuste fiscal. Poco después, las leyes de Reforma del Estado y de Emergencia Económica. Si bien la inflación caería del 2.314% anual en 1990 a 171% en 1991, el ministro de Economía Erman González no lograría revertir la caída de la actividad. En febrero de 1991 asume Domingo Cavallo. Las << metas de inflación >> del Plan Primavera se perfeccionaban con el Plan Otoño (más conocido como Plan de Covertibilidad). El funcionario de Bignone anunciaba los objetivos de la política económica: equilibrio del presupuesto fiscal con ajuste del gasto, achicamiento del Estado, aceleración de las privatizaciones, etc. El 1 de abril de 1991 entraría a regir la ley de << convertibilidad del austral con el dólar de los Estados Unidos de América >>. El objetivo supremo: el pago de deuda externa. La planificación de la estafa prosigue en 1993 con el Plan Brady, llevándose el BCRA al mínimo nivel de funcionamiento de su historia ( esto es, asesor financiero del FMI). La inflación cayó del 24,9% en 1992 a 10,6% en 1993, 3,9% en 1994, 1,6% en 1995, 0,4% promedio entre 1996 y 2000. Nunca antes, en la historia de nuestro país, las << metas de inflación >> sirvieron tanto y tan bien a una Argentina satélite, atrasada y empobrecida. El consumo aumentó los primeros años de los noventa estimulado por la estabilidad de precios, el ingreso masivo de capitales y el atraso cambiario. La sobria mentira culminaría, paradójicamente, con un baño de tequila (1995), seguido de un trago fuerte de sake (1997,Sudeste Asiático) y un coma alcohólico con caipirinha apenas después (1999, devaluación del real). ¿Derrotado el modelo de <<país>> con que el mitrismo en su fase menemista agraciaba a propios y extraños? No está muerto quien pelea, reza el dicho. Había que doblegar esfuerzos para que la Argentina siguiera inserta en la división internacional del trabajo como pretendía la Banca occidental. Nacía así el <<Plan Invierno>> de Roque Fernández que, malogrado, debió ser reemplazado por los también malogrados <<Plan Verano>> de José Luis Machinea y sus correcciones con López Murphy y otra vez Cavallo.
No habiendo nada más que rematar y muy poco para ajustar, privatizar y despedir, quedaba por resolver el mayor préstamo de la historia solicitado al FMI (enero de 2000), la reforma previsional (noviembre de 2000) y el golpe de gracia al pueblo argentino con un nuevo y sanguinario ajuste (frustrado el 19 y 20 de diciembre de 2001). Con la sola excepción de los años 89/90, la deuda externa aumentó invariablemente entre Martínez de Hoz y Eduardo Duhalde. La deuda per capita (siempre se calcula como porcentaje de PBI así que humanicemos), la deuda per capita en 1983 era de 1.612 dólares por cabeza; en 1991 había aumentado a 1.769; en 2001 a 4.432 y en 2003 a 4.448. ¡Flor de gobernantes! Los intereses pagados en el lustro 1990/95 promediaron 4.500 millones de dólares y 8.500 millones entre 1995 y 1999. Los capitales argentinos en el exterior saltaron de 60.416 millones de dólares a 106.966 entre 1990 y 1999. Asimismo y entre 1992 y 1999, las crecientes ganancias que las filiales argentinas de compañías multinacionales enviaban a sus casas matrices totalizaban unos 13.763 millones. Indirectamente, el endeudamiento externo representaba la forma de conseguir divisas para compensar el brutal drenaje de fondos. En su indispensable libro Historia económica, política y social de la Argentina 1880-2003, Mario Rapoport calcula que <<en las postrimerías de la década del noventa, la deuda externa pública había adquirido así, gracias al apoyo y consejos del Fondo, contornos explosivos. El pago de los intereses respectivos, entre 1993 y 2001, alcanzó a más de 53.000 millones. Carlos Menem era la estrella invitada del acto inaugural de la Asamblea del FMI en 1998. Ese año y según los cálculos del economista Rapoport, se fugaban del país unos 100.000 millones de dólares.
¿Modelo de <<país>> el mitrismo en su fase menemista? ¿Modelo de <<país>> lo que nos propone el mitrismo del siglo XXI – transitando ya su fase buitrista – con sus Sturzenegger, Broda, Melconian, Kiguel, etc. a cuestas? La distribución del ingreso en 2002 marcó su peor nivel desde la primera medición del INDEC, a comienzos de los 70. De 12,2 veces la brecha entre ricos y pobres en 1974 a 46,6 veces. La pobreza reducida entre 1991 y 1994 (a costa de la desindustrialización masiva, la venta del patrimonio público, el endeudamiento y la reducción de la inflación por retracción del crédito y el consumo) se dispararía descontroladamente hasta el retorno de la verdadera democracia, en mayo de 2003. La mayúscula depredación de recursos y riquezas, en contexto de un endeudamiento sideral, un mercado interno arrasado, millones de argentinos excluidos y provincias diezmadas fueron las consecuencias buscadas de una exitosa planificación neoliberal bajo los postulados del Consenso Thatcher-Reagan en su versión noventista y con sede en Whashington.

Fuente: Libro NESTOR Y CRISTINA KIRCHNER – Planificación y Federalismo en Acción.
Autores: Julio De Vido y Federico Bernal

Capitulo 6 – Paginas 388 a 392