Aquí reproducimos el comunicado de los delegados y el encabezado de FATPREN:
La comisión Interna de Delegados de Canal 13 y TN, emisoras
pertenecientes al Grupo Clarín, emitieron un comunicado en relación a la
aplicación de la Ley
de Servicios de Comunicación Audiovisual, y la fecha de vencimiento para el
próximo 7 de diciembre establecida por fallo de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación
para el vencimiento de la medida cautelar que le permite por el momento al
grupo no ajustarse a los términos de la
Ley.
Desde la
Federación Argentina de Trabajadores de Prensa acompañamos
los planteos de los compañeros y compañeras de Canal 13 y TN, y reiteramos
nuestra demanda por el cumplimiento íntegro e irrestricto de la Ley , en la certeza que no sólo
significará un proceso de democratización de las comunicaciones en nuestro
país, sino la posibilidad real y concreta de la creación de centenares de
nuevos puestos de trabajo para los trabajadores de prensa, en particular, y de
la comunicación, en general.
El comunicado emitido señala:
«Se acerca el 7 de diciembre fecha en que la Corte Suprema de
Justicia de la Nación
fijó el vencimiento de la medida cautelar que le permitía al GRUPO CLARIN NO
“ADECUARSE” a la Ley
26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, sancionada el 10 de octubre de
2009.
Por otra parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación , en el mismo fallo,
aclaró que la Ley
está vigente (para todas las empresas periodísticas), y que en nada atenta
contra la libertad de expresión, entre otras consideraciones de importancia
como el haber subrayado casi en tono de reto las trampas y argucias de
procedimiento expresadas en el expediente sólo con fines dilatorios. Es decir,
sólo con el fin de impedir el cumplimiento de la Ley.
Si esto es así, todas las empresas periodísticas del país deberán
“adecuarse”. También el Grupo Clarín, la empresa periodística más grande de la Argentina.
Los trabajadores de prensa junto al conjunto de comunicadores
sociales y el pueblo impulsamos como una necesidad de la democracia el
reemplazo de la vieja Ley de Radiodifusión de la dictadura militar y las decenas
de enmiendas que, en pleno proceso democrático, favorecieron a la concentración
monopólica de los Medios de Comunicación, siempre en detrimento de una sociedad
mas democrática, plural y participativa.
La flexibilización y precarización laboral y profesional fue el
costo que pagamos los trabajadores para que esta concentración fuera mucho más
“eficiente” y “rentable”: miles de trabajadores despedidos, incumplimiento de
los convenios colectivos de trabajo y una férrea matriz editorial de la que fue
cada vez más difícil escapar.
Los trabajadores de prensa entendemos que al desconcentrarse los
medios periodísticos debería ampliarse el mercado laboral, generando nuevos y
genuinos puestos de trabajo. Nunca lo contrario.
La “adecuación” de la las empresas periodísticas a la nueva
realidad legal debe resolverse con la garantía absoluta de que no se perderá
ningún puesto de trabajo.
La diversidad y los derechos humanos deberían constituirse en ejes
centrales de este nuevo universo, preparándonos, como sociedad, para participar
solidariamente desde un protagonismo democrático y popular de la sociedad del
conocimiento.
La superación de este modelo de manipulación de conciencias, de
maximización de ganancias y de explotación capitalista salvaje tiene que ser
reemplazado por más democracia económica, por mas puestos de trabajo, por una
mejor y más equitativa distribución de la riqueza, allí deberíamos poner el
esfuerzo colectivo y organizado de los trabajadores.
Cuando los trabajadores de prensa somos testigos directos de una
concepción de desapego explicito a la ley y las instituciones democráticas de
las empresas periodísticas en especial el GRUPO CLARÍN, nos preocupa
doblemente. En primer lugar porque sentimos el peso de la extorsión en relación
a la vulnerabilidad de nuestros puestos de trabajo y la precarización absoluta
de las condiciones en que ejercemos nuestra profesión de comunicadores
sociales, de periodista; y en segundo lugar, porque estamos convencidos de que
estas concepciones reproducen un modelo de sociedad profundamente autoritario,
sectario y corporativo que empobrece la perspectiva democrática en la
argentina, para nosotros y para nuestro hijos.
El autoritarismo es una práctica que sólo se supera con
participación, solidaridad y ética tanto en las empresas en las que producimos
como en nuestras propias familias.
La afirmación que los directivos del GRUPO CLARÍN repiten a viva
voz en el Canal de que para que “nos adecuemos tendrán que venir por nosotros”,
o que la única posibilidad frente a la aplicación de la ley es una “salvajada
sólo practicable por la gendarmería (¿militarmente nos preguntamos los
trabajadores?)” resulta no sólo temeraria, sino una convocatoria a la guerra
que los trabajadores de prensa denunciamos. Las trincheras siempre se pueblan
con los más vulnerables.
Hace tiempo que los trabajadores de prensa venimos denunciado que
Canal 13 y TN es un territorio empobrecido de legalidades democráticas,
derechos constitucionales, derechos laborales y profesionales. Un estado
paralelo con sus propias reglas, con sus propios “manuales de Inducción” y sus
contratos de miedo.
Los Convenios Colectivos de trabajo vigentes. El estatuto del
Periodista Profesional en práctica. Una Ley de Ética Profesional que ponga
freno al negocio descarado de la información interesada de los falsos
periodistas y operadores de turno. La práctica legalizada de la Libertad de Conciencia de
los trabajadores de prensa. La libertad de expresión de los trabajadores de
prensa y no la libertad de empresa como sustento del negocio de las grandes
corporaciones. La democratización del acceso y el uso de las nuevas tecnologías
de la información. Son sólo algunos aspectos que consideramos imprescindible a
la hora de hablar de periodismo.
La superación del viejo Estado administrando la fiesta de los
privilegiados es una posibilidad histórica. El Estado Nacional debe y tiene la
obligación de transformarse en garante de todos y cada uno de los derechos de
los ciudadanos y de los trabajadores. Desde la defensa de cada uno de los
puesto de trabajo a la inclusión sin precariedad.
No hay libertad de expresión con trabajadores de prensa
extorsionados por un puesto de trabajo.
No hay libertad de expresión con trabajadores de prensa
amordazados por la precariedad laboral».
26-09-2012
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