NO NOS ENTREGUEMOS

Algunas reflexiones sobre los acontecimientos recientes, porque la aplanadora sigue en marcha y hay mucha confusión en las bases.

En las redes sociales y en las reuniones de compañeros, se percibe una intensidad que no se refleja demasiado cuando “subimos” hacia la pirámide dirigencial.

Si bien la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual ya estaba como “suspendida” e inutilizada, la toma del edificio del AFSCA representaba para todos un hecho simbólico de real trascendencia, una verdadera prueba de fuego.

El miércoles 23 se reunió en la sede de Suipacha, muchos diputados y dirigentes del FPV, y mucha militancia y autoconvocados al conocerse por la mañana el decreto de intervención del “milico”, sobrenombre del Ministro de Comunicaciones Aguad.

Era muy esperable que, a pesar de las presentaciones de amparo y hábeas corpus, el desalojo violento o no violento del edificio iba a realizarse al otro día, es decir el 24, aprovechando el asueto administrativo.

Ahora, ese día, en el AFSCA no hubo nadie, ni militancia ni diputados, ni dirigentes, ni nada, sólo Sabatella y Graciana Peñafort.

Y nos preguntamos: ¿hubiera sido tan fácil el procedimiento si hubieran estado diez diputados del FPV y diez mil personas en la calle?, en esas condiciones ¿hubiera podido un comisario efectuar el desalojo sin la presencia del juez?, ¿no hubiera sido conveniente solicitar la presencia de Ercolini en el lugar, teniendo en cuenta que los diputados tienen fueros y además son intocables?, ¿por qué no estaban ahí tantos periodistas y comunicadores que lucharon por la sanción de la Ley, como los panelistas de 678, Aliverti, VH Morales, Mariotto y tantos otros?, ¿por qué no se organizó la presencia de tantos medios comunitarios que se beneficiaron con la Ley?, ¿por qué el 24 no estaba ni siquiera la militancia de Nuevo Encuentro?

Entonces nos decimos, si hay un plan de la dirigencia, una estrategia de ceder posiciones sin resistir, avisen, bajen línea y todos nos quedamos en el molde y nos tomamos una sidra.

Hay algunos dirigentes del FPV que dicen que nos quedemos tranquilos, que cuatro años pasan rápido, nuestro excandidato piensa acompañar a Macri a Davos, centro del capitalismo mundial al cual nunca fueron Néstor y Cristina, medio como que nos están diciendo: te están violando pero relajate y gozá. Otros compañeros con cargos legislativos nos convocan con consignas del tipo, “el pueblo resistirá”, “ni un paso atrás”, pero en este contexto y con lo ocurrido hasta hoy suena a joda.

Nos estamos juntando en las plazas para escuchar a la dirigencia, está bien…¿pero no sería mejor movilizarse a la sede de Clarín, donde está el poder real o a Comodoro Py, donde trabajan tipos como Stornelli, Ercolini, Bonadío?..¿no sería bueno que sientan la presión del pueblo movilizado?, ¿no está bueno que perciban que no es tan fácil avasallar los derechos adquiridos?.... son preguntas que nos hacemos. Porque si no nos temen aunque sea un poquito, estamos perdidos.