miércoles, 20 de mayo de 2015

LA LOGICA DE UN VICE KIRCHNERISTA


por Norberto Colominas
A nadie extrañaría que la próxima fórmula presidencial del oficialismo combine la postulación de Scioli a la presidencia, acompañado por un candidato a vice kirchnerista. ¿Por qué? Por una lógica que deviene de un viejo dicho de Perón: “Todos los hombres son buenos  --decía el general--  pero si se los vigila son mejores”.
Ocurre que entre los votantes peronistas son extendidas las dudas sobre la real disposición de Daniel Scioli para continuar con las políticas que establecieron Néstor y Cristina Kirchner. Aunque no es el caso del autor de estas líneas, muchos se preguntan hasta dónde es capaz de llegar el actual gobernador bonaerense en la defensa (y eventual profundización) del actual esquema.
Hay un factor externo que condicionará tanto a Scioli como a cualquier otro postulante del oficialismo: la brusca, violenta polarización entre dos modelos de país: el liberal clasista, restrictivo vs. el nacional y popular inclusivo. En el primer caso, el ajuste es inexorable; en el segundo es previsible una profundización de las políticas sociales y mercado internistas. No hay espacio para una tercera posición. Es A o B.
Siguiendo con esta lógica, un vicepresidente K controlaría el Senado, máxime si el futuro gobierno tiene mayoría propia, lo que es muy probable por el número de provincias en las que podría ganar en las próximas elecciones, sumado a la representación que ya tiene. Y ese vice estaría muy atento a una eventual debacle del nuevo presidente, y a la consiguiente sucesión. Y no se puede gobernar con el Senado en contra.
Si una eventual sucesión recayera en un vice K, el establishment y sus lenguaraces se cuidarían muy bien de no precipitar una crisis terminal en un eventual gobierno de Scioli, por razones obvias: ¿Qué ganarían con voltear a Scioli si el sucesor anunciado fuera, por ejemplo, Kicillof o Urribarri? Es más, esa sola idea los obligaría a cuidar al presidente.
Aunque pueda condicionar a Scioli, esa perspectiva jugaría a su favor.

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