lunes, 29 de abril de 2013

LOS LOCOS Y LOS CUERDOS



Los locos entraron al lugar rompiendo portones y sin pedir permiso.
Los cuerdos se despertaron con ruido de topadoras.
Los locos estaban armados y la furia se les notaba en sus rostros.
Los cuerdos fueron a reclamar por el atropello.
Los locos no escucharon razones, y mientras demolían el lugar donde los cuerdos trabajaban diariamente, se pusieron violentos y todos sabemos lo peligroso que puede ser un loco cuando eso pasa.
Los cuerdos trataron de frenar esa “locura”, pero los locos se pusieron cada vez mas locos.
Y los locos tiraron con sus escopetas y pegaron con sus palos y  patearon a los cuerdos que azorados no podían creer lo que estaba pasando.
Y luego se llenó de cuerdos que se resistían a dejarse atropellar.
Los locos no se amilanaron, claro, ellos no entienden razones, no comprenden bien la realidad y no miden la consecuencias de sus actos.
Los cuerdos trataron por todos los medios de parar tanta violencia.
Luego unos locos, que parece que eran los jefes de la patota de locos, salieron a hablar por TV. Estaban bien locos de indignación, porque los cuerdos les habían molestado en su loca tarea, y en vez de pedir perdón (claro es una pretensión absurda, porque los locos no saben lo que hacen), acusaron a los cuerdos de haberse resistido a que les rompieran todo su lugar de trabajo.
Y ahora los cuerdos sufren por los balazos recibidos, los golpes, el susto, su lugar convertido en escombros, mientras los locos están tranquilos fumando un cigarrillo…¡qué loco!.



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