domingo, 5 de julio de 2015

¿QUÉ ES LA HISTORIA?

¿Qué es la Historia?, la Historia es primero que nada una interpretación de lo acontecido, es una tesis de lo que ya pasó; por lo tanto siempre hay distintas miradas sobre el objeto Historia. Toda mirada es interesada, contiene una ideología, un determinado sentido ético, un fondo de principios pre-adquiridos, y entonces nada del pasado es definitivo, nada está congelado, ya que la aparición de otra mirada vuelve a hacer presentes esos hechos, los cambia, los remodela, los ajusta, los re significa.
Además la Historia no muere un segundo antes de este instante, se proyecta hacia el ahora y hacia el mañana con la fuerza de las consecuencias. Porque el hoy y el mañana no son más que la consecuencia del ayer. Comprender, en el sentido de prenderse de una visión histórica propia, es imprescindible para entender lo que pasa ahora y lo que pasará en el futuro.
En la Historia nunca hay triunfos ni derrotas definitivas: nada permanece para siempre, nada desaparece para siempre. Todo lo que se impuso en un momento deberá ser validado en otra oportunidad, todo lo que se destruyó deja marcas, huellas, cenizas, memorias que lo reviven una y otra vez. Y esta elasticidad, esta morfología plástica que asumen los hechos genera una riqueza inagotable, es la cantera infinita del pasado que sobrevuela potente nuestro presente.
Todos los momentos son “históricos” aunque nos veamos tentados a abusar de esa expresión cada vez que un acontecimiento nos conmueve, a nosotros, los hoy presentes. Serán históricos para los futuros, de una manera que no nos es posible asegurar con certeza, sólo tenemos algunas reglas básicas, algunas pautas mínimas, esas que nos dicen que, de todos los seres humanos que habitaron nuestro planeta son recordados los líderes, los artistas, los creadores, los descubridores, los muy malos, y a veces,  los muy buenos.
Cada pueblo tiene sus “eternos”: son hombres y mujeres que son imposibles de soslayar en el devenir histórico de una Nación, son eternos aún para quien no los quiso, para éstos siguen siendo responsables de decisiones erradas, fatales. Pero son abrazados por las mayorías, y está bien el plural, porque son mayorías “eternas “ también, de distintos momentos, de distintas generaciones, de distintos siglos.
Julio es un mes donde nos dejaron líderes indiscutibles como Juan Domingo Perón y Eva Perón, algunos de nosotros los vivamos, los aplaudimos, los lloramos; otros muchos tienen sus voces e imágenes, sus ideas escritas y los relatos de los testigos. Lo mismo pasará dentro de 50 años con Néstor y Cristina. Nosotros no estaremos allí para contar sus logros, pero esos chicos que llenan los patios de la Casa Rosada, por ejemplo, serán los demiurgos de las próximas generaciones, ellos absorben hoy esa rica clase de alta política que brinda nuestra presidenta en ese rito extraordinario de comunicación, y le transmitirán, en su momento, toda esa experiencia a los próximos jóvenes.
En mantener esta potente continuidad estamos empeñados hoy, lo estuvimos ayer y lo estaremos mañana.  

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