sábado, 1 de enero de 2011

BALANCE 2010

El año 2010 ha sido desde todo punto de vista un año extraordinario, dicha la palabra extraordinario en el sentido literal. También fue un año inesperado, - mal adjetivo aplicado a una medida de tiempo que es lo mas esperable que hay – pero lo decimos así porque sucedieron cosas inesperadas, algunas maravillosas y otras muy tristes.

No estamos aquí para hacer la enumeración clásica de los hechos salientes del 2010, si no para destacar y analizarlos bajo otra luz.

Hechos tremendamente positivos fueron la remoción definitiva de las estructuras financieras oficiales de los elementos neoliberales residuales o aggiornados. Claramente la asunción de Mercedes Marcó del Pont en el BC implicó un gran paso adelante en el camino de consolidación del proyecto nacional.

Fue también muy positivo, aunque aparecía como una gran desventaja inicial, la deplorable actuación del grupo A en el Congreso Nacional, que solo logró ponerse de acuerdo en la ley del 82% móvil, en una operación de muy baja credibilidad. Y fue positivo porque demostró cabalmente que pretenden los opositores de izquierda y derecha: limar al gobierno, impedir su accionar, perjudicar a las cuentas públicas y por ende al pueblo argentino, desprestigiar a la Argentina en el mundo y trabar el crecimiento. El año concluye con un gran descreimiento en los líderes opositores que, conducidos por la corporación mediática que les impuso su agenda, no tienen la mas mínima racionalidad para poder entender lo que está pasando en el país, (el caso Fibertel es quizás el mas patético ejemplo: tratar los problemas legales de una de las tantas empresas proveedoras de internet como una cuestión de Estado).

En cambio el Congreso aprobó, por la gestión del oficialismo, dos importantes leyes: la de matrimonio igualitario y la de glaciares. Ambas son grandes avances sobre lo que se ha dado en llamar la Nueva Agenda: inclusión de la diversidad, igualdad, protección del medio ambiente.
No fue positivo (Cobos dixit) que esa composición opositora del Congreso impidiera el tratamiento de importantes iniciativas como la Ley de Servicios Financieros (Heller), la de acceso al papel para prensa (PEN), la de la reparación histórica a los pueblos originarios (Vázquez) y muchas otras.
Continuó y se profundizó la larga lucha pòr la democratización de los medios de comunicación, con hitos importantes como la investigación sobre el origen y el proceder actual de Papel Prensa SA, que hasta este año era un tema tabú.
En el 2010 siguió aumentando la actuación destacada de la Argentina en los foros internacionales, el nombramiento de Néstor Kirchner en la secretaría de la UNASUR y de Cristina al frente del G-77, es una cabal demostración.  En este sentido es importantísimo el compromiso democrático asumido por los integrantes de UNASUR y los países Iberoamericanos: no más golpes, ni militares, ni institucionales.


La marcha nuevamente ascendente de la economía no pudo ser más auspiciosa y es el evidente resultado de la aplicación de políticas innovadoras, audaces y equilibradas. La economía nunca es independiente de las decisiones del Estado, y si alguien afirma eso que empiece a estudiar economía en serio y de cero.

El sumun de la alegría se dio indudablemente en los festejos del Bicentenario, se ha escrito mucho sobre ello y no queremos ser redundantes, sólo repetimos el comentario de una compañera que nos parece una muy buena síntesis: CRISTINA NOS HACE FELICES.

Los últimos tres meses del año trajeron hechos muy dolorosos y siempre relacionados con la muerte. La de Néstor todavía cuesta aceptarla por injusta, absurda e inesperada (aunque la muerte no sabe de justicia, racionalidad o previsibilidad). No nos dejó un vacío, como si claramente lo deja para su familia, nos dejó un LEGADO inmenso para desarrollar y defender y un compromiso inexcusable de multiplicar acciones para reemplazarlo todos los días. También su muerte potenció un fenómeno que se generó desde el 2008 y que es la vuelta o el ingreso de gran cantidad de compañeros a la militancia.

Fueron dolorosas las muertes de Mariano Ferreyra, Roberto López, y las tres del Indoamericano. Muertes que desnudan todo lo que nos falta hacer en materia de desarticulación de los grupos que utilizan mecanismos violentos como herramienta política o económica, incluidos algunos cuerpos policiales. El fin de año nos presentó un escenario de pretendido “caos” que como obvia operación (de baja estofa pero no por ello menos peligrosa), no tuvo el alcance pretendido a pesar del inefable “fuelle” mediático.

Seguramente quedaron cosas en el tintero (habría que actualizar la fórmula: en el teclado), pero ahora los dejamos reflexionar sobre el año que empieza, que va ser una año de lucha, movilización y compromiso; un año de argumentar, convencer, defender los logros, de proponer, de desarrollar herramientas nuevas, de vivir plenos y atentos: NO CONFORMES NI SATISFECHOS; SI, CAMINANDO FELICES HACIA EL OBJETIVO.

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