Pobreza, mercado y políticas sociales (Página 12 ) Lunes 4/01/15
Opinión
Filantropía
empresaria
Por Norberto Alayón *
La
ministra de Desarrollo Social designada por Mauricio Macri, Carolina Stanley,
es abogada, tiene 40 años, fue ministra del área en la ciudad de Buenos Aires
desde diciembre de 2011, es hija de Guillermo Stanley, ex director del Banco
Macro y ejecutivo del Citibank. Su esposo y padre de sus dos hijos, Federico
Salvai, fue su jefe de Gabinete del ministerio de la ciudad. Inició su
militancia en el Partido PRO en 2003. Entre 2004 y 2007 fue directora ejecutiva
del think tank del Grupo Sophia, junto con Horacio Rodríguez Larreta, hoy jefe
de gobierno de la CABA. En abril de 2012, siendo ministra, durante las
inundaciones en la ciudad –donde fallecieron cinco personas y hubo cientos de
evacuados– permaneció de vacaciones en Uruguay.
Stanley
designó como secretario de Coordinación del ministerio, virtual viceministro
del área, a Gabriel Castelli, licenciado en Administración de Empresas, ex
director de la empresa cementera Loma Negra, del HSBC Bank Argentina S.A., de
la cadena Farmacity (Grupo Pegasus), director nacional de Cáritas Argentina,
presidente de la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal
Argentina, miembro de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE),
miembro del Consejo de Administración de la Universidad Católica (UCA). Como se
ve, por su trayectoria: un hombre de las empresas y de la Iglesia católica.
El 8 de
marzo de 2010, Castelli, siendo director de Cáritas, se reunió conjuntamente
con el presidente de esa entidad caritativa (Fernando María Bargalló) y la
embajadora de los EE.UU., Vilma Martínez, “para dialogar sobre los trabajos
comunitarios que lleva a cabo la organización”.
Como
presidente de la Comisión de Justicia y Paz adhirió y convocó a asistir a la
Marcha del Silencio del 18F (febrero de 2015), a raíz de la muerte de Alberto
Nisman.
A
comienzos de marzo pasado, Castelli se reunió con el líder del Frente Renovador
Sergio Massa y los intendentes Gabriel Katopodis y Joaquín de la Torre, de San
Martín y San Miguel respectivamente, habiendo asistido también Jorge Lozano,
presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social (Cepas); Jorge
Casaretto, ex obispo emérito de San Isidro e integrante de la Cepas; y el
presbítero Adalberto Odstrcil, secretario de la Cepas. Según informes
periodísticos, “la Comisión de Justicia y Paz, que se preocupa por la pobreza,
es financiada por los bancos Francés, Santander Río, Galicia y Standard Bank,
por la aseguradora suiza Zurich Insurance Group, por las obras sociales OSDE
(de empresarios) y Asimra (personal jerárquico de la industria metalmecánica),
por el sindicato de trabajadores de juegos de azar (Aleara) y por la Fundación
Konrad Adenauer de la democracia cristiana alemana. Castelli integró antes la
Fundación Andares, creada por el diputado y ex broker de JP Morgan Alfonso Prat
Gay, y financiada por la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat, el Banco
Interamericano de Desarrollo y la Fundación Ford”.
Otras
fuentes periodísticas dan cuenta de que “Castelli fue el vicepresidente de la
Fundación Andares, que hoy ya no existe y que funcionaba en el segundo piso de
Viamonte 634. Otros integrantes eran Pedro Lacoste, Sebastián Reynal (Deutsche
Bank), Luis Cedrola (Arcor, Bunge, Molinos Río de la Plata, Siderar, consejero
en la ACDE), Pablo Caride (Citibank). El objetivo de la Fundación era
contribuir a la erradicación de la pobreza y la exclusión social”.
Verdaderamente, emociona –hasta las lágrimas– el objetivo formulado por estos
“hombres de negocios” para defender a los más débiles de la sociedad.
Prat Gay,
ministro de Hacienda y Finanzas, figuró en la lista de evasores denunciados por
la AFIP por una cuenta no declarada en Suiza. Quien fuera diputado por la
Coalición Cívica de la extraviada Elisa Carrió, administró la venta de Loma
Negra y la multimillonaria fortuna de Amalita Fortabat, la “dama de cemento”,
que años antes había sido vergonzosamente designada como “embajadora
itinerante” por aquel otro “prócer” del neoliberalismo que fue Carlos Menem.
El sólido
entramado de empresas, directores y CEOs varios, con multiplicidad de ONG laicas
y religiosas (muchas de las cuales registran orígenes, prácticas y
financiamientos dudosos) revolotea cual buitres sobre el campo y las áreas de
desarrollo social.
¿Con el
nuevo gobierno del PROCambiemos, estaremos en los albores del retroceso hacia
los 90, en la perspectiva de “filantropizar” las políticas sociales? Caridad
cristiana y filantropía empresaria ¿vendrán a reemplazar la concepción de
derechos?
Apelar a
la caridad cristiana o a la filantropía de los ricos termina evidenciando la
propia situación privilegiada de los que más tienen, la mayoría de los cuales
cimentan y construyen su poder económico por medio de metodologías y
comportamientos comerciales y financieros, alejados del más elemental sentido
del derecho de todos al bienestar.
Las acciones
filantrópicas, caritativas, benéficas, tienden a mantener y naturalizar los
privilegios y las desigualdades. Las organizaciones que se dedican a estas
actividades siempre son portadoras de determinadas concepciones ideológicas,
políticas, religiosas. Se trata de poder identificar con precisión dichas
concepciones, evitando las mistificaciones. De ahí que la relación entre la
acción social y la política sea inevitable.
Mientras
tanto, recordamos que la historia demuestra que los filántropos siempre necesitaron
más a los pobres, que los pobres a los filántropos. Cabría evocar en el
presente aquellos versos de la tradición española, que agudamente señalaban:
“El señor don Juan de Robres, con caridad sin igual, hizo hacer este hospital y
primero hizo los pobres”.
Por todo
ello es que miramos, con enorme preocupación, a la ministra Stanley, a su
viceministro Castelli y, sobre todo, a la maliciosa y contundente
“racionalidad” del proyecto de Prat Gay y Cambiemos. Por estos caminos, no sólo
no van a concretar la falsa promesa de “la pobreza cero”, sino que agudizarán
la fragmentación social y la marcada polarización entre ricos y pobres.
*
Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).
* En este
caso según Galeano hay un proverbio africano que dice “la mano que da esta está
siempre arriba de la mano que recibe”
Eso es
caridad, cuando está en el mismo nivel es Solidaridad (o la Patria es el Otro). Sabaleros del Remanso